Opinión Portaleana: Democracia y Participación

Publicado por S Llantén martes, mayo 25, 2010 0 comentarios

Replicamos aquí una columna de opinión de nuestro miembro fraterno, Andrés Dalla Bona, quién es además Presidente de la Fedep.


El 19 de mayo pasado resultó reelecto el Rector de la Universidad de Chile, Señor Víctor Pérez, a quien aprovecho de felicitar.

Cuando se inicia en el parlamento la discusión de un proyecto respecto a inscripción y sufragio voluntario –normal y falsamente basado en la escasa de participación de los jóvenes- resulta interesante comentar lo que sucedió en la dicha elección de Rector, a modo de ejemplo de que el desinterés por participar de las decisiones públicas a través de las elecciones no es un mal que podamos encontrar únicamente entre la juventud.

Del total 2911 de profesores habilitados para votar, sólo ejercieron su derecho 1800 y 1823, en primera y segunda vuelta respectivamente, con lo que la abstención alcanzó un 37%. En tiempos en que el sistema universitario se aleja cada vez más de prácticas participativas para adoptar un modelo gerencial, resulta lamentable constatar el desinterés por la res publicæ que vemos -en este caso- los académicos de la Universidad de Chile.

Sin embargo el fenómeno apuntado no es privativo ni de los jóvenes ni de los académicos.
El año 2005 el porcentaje de Chilenos no inscritos para votar superaba el 27%, si a eso sumamos el 8,91% de votos nulos y blancos en la última elección parlamentaria podemos alcanzar la misma cifra de abstención registrada en la elección del Rector Pérez.

Creemos que la solución no pasa por un mecanismo más fácil de inscripción ni por la voluntariedad del sufragio, sino que por crear una verdadera cultura de participación; para eso nuestro sistema político requiere convertirse en una democracia deliberativa donde las organizaciones -sindicatos, juntas de vecinos, agrupaciones gremiales y organizaciones estudiantiles- tengan un marco jurídico que les sea apropiado -hoy inexistente- y que se les considere formal y materialmente en las decisiones de los órganos sectoriales, comunales, regionales y nacionales.
En ese entendido, inscripción automática y voto obligatorio, iniciativa de ley ciudadana, integración de concejos comunales y personalidades jurídicas ad hoc parecen encarnar el desafío que se le plantea a nuestra sociedad si pretende seguir llamándose democrática.


Andrés Dalla Bona Rivas, Presidente Fedep

Opinión Portaleana: Día del Trabajo.

Publicado por S Llantén sábado, mayo 01, 2010 0 comentarios

En la celebración del Día Internacional del Trabajo, nuestro Consejero Sebastián Llantén, comparte con nosotros una reflexión respecto a esta fecha y la trascendencia de su celebración.


1° de Mayo

El Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional (Paris, 1889), acordó recordar y homenajear en ésta fecha a los llamados Mártires de Chicago, trabajadores que en los Estados Unidos fueron duramente reprimidos -varios de ellos incluso fueron condenados a morir en la horca- como corolario de una huelga general que se iniciara un 1° de mayo de 1886. El crimen de esos sindicalistas de corte anarquista, fue propagar la demanda de una jornada laboral de ocho horas ¡¿que fantasía más descabellada no?!

Con el correr de los años, la celebración ha dejado de ser la rememoración de esos lamentables hechos de sangre y, universalizandose, ha excedido el territorio en que se gestó la tragedia y a trascendido a su carácter al de propaganda que le dio la II Internacional: No lloramos hoy el martirio de Engel, Fischer, o de Spies, que propiciaban métodos anarquistas para la lucha sindical; ni pedimos habitaciones obreras o jornadas de 8 horas.

En esta jornada celebramos mucho más que eso. Nos congrega homenajear a esos hombres y mujeres que “mientras se ganan con el trabajo el sustento para sí y para la familias organizan su trabajo de modo que resulte provechoso para la sociedad” (34, Constitución Gaudium et Spes, 1965.)
Encierra el trabajo, tres aspectos que nos dan cuentan que esta actividad no es un mero producto que pueda ser transado a cambio de un salario, no es sino una altísima emanación de la dignidad humana: nos referimmos a las caracteristicas personal, necesaria y comunitaria del trabajo (34, Enc. Rerum Novarum, 1891).
El trabajo, personalmente considerado, es la aplicación o fuerza con que se aplican las capacidades y talentos humanos a una determinada labor de producción y transformación de la realidad; es por otra parte necesario, en tanto del fruto de su trabajo necesita el hombre para sustentarse a sí mismo; y, finalmente, es siempre comunitario, pues el desarrollo de éste afecta positiva o negativamente a quienes rodean y conviven con el trabajador.

De estos tres elementos podemos ver que no estamos frente a una mercancía, a una actividad que pueda ser arredanda, mucho menos frente a una prestación que pueda ser exigida por el Estado. La importancia del trabajo, entroncada en la raiz misma de la dignidad humana, nos obliga a ver el trabajo con la altura que naturalmente tiene y a buscar las formas de regularlo y protegerlo acorde con esta importancia: atentar contra contra él atacándolo, entregarlo negligentemente a los vaivenes del mercado, o sencillamente olvidarlo, equivale a violentar a la mismísima persona humana.
Hay que procurar que los primeros de mayo, no sean más congregación de un solo sector, panfleto egoísta de un par de dirigentes, sino que sea fecha en que recordemos la importancia de esta actividad humana y que por sobre todo analicemos como hemos honrado la dignidad que tiene y que es la nuestra propia.

Welcome to My Website

.