Partimos este 2009 con opinión y con una muy necesaria que nos llega de la pluma de nuestro Consejero Fundador y hoy Defensor Estudiantil FEDEP, Sebastián Llantén. En esta ocasión nos llama a rechazar el mechoneo que no es más que una absurda venganza que se lleva a cabo año tras año.
Esa violencia nuestra de cada día.
Que algo sea violento significa “que está fuera de su natural estado, situación o modo”, o bien, “que se ejecuta fuera de razón y justicia”. Ejemplo de ello encontramos diariamente en los malos tratos contra los más desvalidos, en la violencia de género, en la avaricia, e incluso, en los más desapercibidos enojos que tenemos en las relaciones interpersonales, situaciones todas en las que olvidamos que toda persona goza de una calidad naturalísima de la que se desprenden todos sus derechos: la dignidad humana.
El atentado a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, fue uno de los hechos más violentos que se recuerden en el último tiempo, por la magnitud de la fuerza empleada, la significación de lo que se afectaba y las posibles consecuencias: el mundo no quedó indiferente.
Nos alarmamos de igual manera, cuando la violencia como forma de infundir temor generalizado, se traduce en matanzas, secuestros y desconocimiento de los derechos políticos, armas usuales del terrorismo político y del de Estado.
Por eso resulta extraño que las voces aun sean tímidas en condenar los mechoneos. Esta prácticas que los universitarios realizan a sus compañeros que recién ingresan, no tienen relación con la identidad universitaria, no es de ningún aporte práctico y, lo realmente grave, es que desconoce la dignidad de las personas que son sometidas a esa “tradición”.
La violencia nuestra de cada día, desde esos grandes acontecimientos que nos impactan, hasta esos pequeños que toleramos y nos degradan diario, se va acumulando dentro de las almas heridas, hace a la sociedad indolente y estalla, cada cierto tiempo, amenazando la convivencia social y nuestras propias vidas.
Los párrafos que anteceden son sólo una introducción para decir NO AL MECHONEO, una negativa que no requiere siquiera ser fundada. Es un llamado a las Federaciones de Estudiantes, los Centros de Alumnos, y a los mismos estudiantes a no replicar esta absurda práctica y a reemplazarlas por actividades que sean significativas para las universidades, los estudiantes y la sociedad. Es el compromiso de defender a quienes sean vejados y decir, fuertemente:
NO MÁS VIOLENCIA
(ni de esta ni de la otra)